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Foto del escritorAyuntamiento de Villar de Cañas

Segundo premio Categoría General: Coplas a la muerte de mi pueblo.

Actualizado: 22 feb 2021

Por Francisca Villa Ramos.


1 Recuerdo un pueblo con vida,

un campo alegre y colmado

con labor,

donde hoy soledad anida

viendo que tiempo pasado

fue mejor.


2 Veo mi pueblo apagarse

desde un cerro centenario

con un pino.

Veo una vida alejarse

y un olvido sanguinario

sin destino.


3 Fuesen otrora los pueblos

emanadores de vida

necesaria.

Agricultores con cielos

donde tuviera cabida

su plegaria.


4 Ecos de mil campanarios

reclamando en el vacío

a devotos

que perdieron sus salarios

y entró en sus almas un frío

de años rotos.



5 Rescoldo de chimeneas,

potajes a fuego lento

en pucheros.

Viejas zurciendo con teas,

con mandil amarillento,

agujeros.


6 Griterío de chavales

con balones de badana

en la escuela.

Rayuelas con malabares,

muñecas hechas con lana

por la abuela.


7 Meriendas de chocolate,

de pan, azúcar y vino

en la plaza.

Hoy mi pueblo ya no late

y se pierde en un destino

que no avanza.


8 No hay quintos, ni mascarutas,

ni forasteros pagando

la patente.

No se recogen las frutas

y la yedra va trepando

por la fuente.

9 “De orden del señor alcalde…”

se afanaba el pregonero,

las esquinas.

“Hoy no se da na’ de balde”

protestaba el aceitero,

las vecinas.


10 Gitanos estañadores,

gitanas vendiendo telas,

buhoneros.

No hay cuartos para tractores

y se consumen las velas

por desvelos.


11 Saetas de Viernes Santo,

desgarro de un sentimiento

consagrado.

Euterpes que sin ornato

lanzaban su grito al viento

regalado.


12 ¿Qué fue de aquellas parteras

que sin ciencia nos traían

a la vida?

Sabias matronas certeras

que hoy con dolor nos verían

en caída.


13 Gorrino de San Antón

que de casa en casa hallaba

su pitanza.

“¿Cuántas rifas, don Ramón,

me compra y tiene salvada

la matanza?”


14 Eras colmadas de grano,

olor a mies generosa,

¿dónde han ido?,

si ya no hay fértil verano,

ni cosecha venturosa,

sino olvido.


15 Mecen hoy los girasoles

su danza buscando tierra

de mil manos.

Tristeza de agricultores,

dolor terruño que encierra

sueños vanos.


16 Aceitunas en lebrillos,

botijos en las ventanas,

cernedores.

Artesas pa’ sacar brillo,

lavabos con palanganas

y sudores.


17 Alcuzas para el aceite,

brillantina para el pelo,

esparteras.

“De esos huevos dame veinte,

me voy que tengo en el suelo

las esteras.”


18 “Son malos tiempos, Manuel,

nos ponen poco este año

las gallinas.

Apenas nos queda miel,

nos quedamos sin rebaño,

sin encinas.”


19 Un puntual estío

llena el pueblo de turistas

pasajeros

y un implacable frío

deja en calles y cornisas

su reguero.


20 Un árbol de tronco hueco,

de secretos confidente

y amoríos; tesoro que fundió el fuego

y es hoy testigo silente

de vacíos.


21 ¿Cuántos sueños perecieron

lanzando heridas de olvidos

al vacío?

¡Cuántos deseos se perdieron

en pueblos de muerte heridos

por hastío!


22 Suena una extraña danza,

un baile de niebla oscura

que estremece

y se anuda la esperanza

en la tristeza más dura

que la mece.


23 De Garcimuñoz, Castillo,

viera hoy Manrique murallas

horadadas

y en Uclés un monasterio

que resistió mil batallas

hoy calladas.


24 Como estas coplas, quebrado,

late el sentir de una tierra,

dolor puro.

Añoranza de un pasado,

un presente al que se aferra

sin futuro.


25 ¡Despertad, pueblos de España!

¡Enarbolad vuestra fuerza!

¡Haced ruido!

Que un abandono con saña

no haga que el alma perezca

en olvido.



Detalle campos de amapolas en Villar de Cañas. Fotografía José Andrés.

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